Pinedo le devuelve la luz a Santa Marta

Habrá tarifa cero de alumbrado público en estratos 1 y 2
Un servicio que se apagaba entre el abandono, la corrupción y el caos
Durante años, el servicio de alumbrado público en Santa Marta fue sinónimo de oscuridad literal y administrativa. Sectores como El Rodadero, Gaira, Bastidas, y buena parte del corredor vial hacia el aeropuerto se sumieron en la penumbra. No por falta de recursos, sino por el robo sistemático de cableado, la falta de mantenimiento, y lo más grave: el presunto uso indebido de miles de millones de pesos por parte de contratistas y funcionarios responsables de operar este servicio vital.
La Empresa de Servicios Públicos ESSMAR y el contratista Conlus se vieron envueltos en múltiples denuncias de la Personería Distrital por presuntos malos manejos del recaudo del impuesto de alumbrado público: pagos a personal inexistente, compras injustificadas, desviación de fondos, y cobro de IVA donde no correspondía. Mientras tanto, los samarios pagaban el servicio… pero seguían en la oscuridad.
El liderazgo del alcalde Pinedo: decisión, control y transparencia
Desde el primer día de su gobierno, el alcalde Carlos Pinedo Cuello advirtió que no permitiría más abusos ni oscurantismo financiero en el Distrito. Con el respaldo del Concejo, y en uso de sus facultades legales, promovió un nuevo modelo de administración del alumbrado público, que marca un antes y un después en Santa Marta.
El Acuerdo aprobado por el Concejo Distrital en diciembre de 2024 le otorgó a la Alcaldía la facultad de asumir directamente el cobro y control del impuesto de alumbrado público, sacando a ESSMAR y a los contratistas del medio. Esta decisión fue polémica, pero necesaria: hoy, gracias a ese paso firme, el Distrito tiene pleno control sobre los recursos, la operación y la modernización del sistema de alumbrado.
Modernización con resultados: menos oscuridad, más seguridad
En solo seis meses de gestión, el Distrito ya ha iniciado intervenciones en zonas críticas como la Troncal del Caribe, el sendero Ziruma, y barrios populares del sur de la ciudad. Se han recuperado luminarias, reemplazado más de 2.000 metros de cable hurtado, y se avanza en la implementación de nuevas tecnologías LED con sensores y sistemas de telegestión para optimizar el consumo.
Este esfuerzo no es solo técnico, es una apuesta por devolverle la seguridad, la confianza y la dignidad a los samarios.
Buenas noticias para los samarios: tarifa cero para los estratos 1 y 2
Pero la gran noticia que marca un hito en los 500 años de historia de Santa Marta es el nuevo modelo tarifario de alumbrado público, presentado por el alcalde Pinedo como un regalo para los ciudadanos más vulnerables en esta conmemoración histórica:
Estrato 1 y 2 NO pagarán alumbrado público.
Estrato 3 verá una disminución en su tarifa mensual.
Se elimina el cobro del impuesto en la factura de energía de Air-e, permitiendo mayor transparencia en la destinación de los recursos.
Este alivio económico se logra gracias a un rediseño técnico-financiero del sistema, en el que el Distrito asume la operación directa del servicio, eliminando intermediarios y priorizando el bienestar de los ciudadanos.
🗣️ “Recuperamos la luz y la confianza”: Carlos Pinedo Cuello
“Lo que estamos haciendo con el alumbrado es justicia social. Santa Marta no podía seguir pagando por un servicio que no recibía. Hoy los recursos de los samarios no se pierden en manos de corruptos. Se invierten en más seguridad, más modernización y más dignidad. Y lo mejor: los más pobres ya no pagarán alumbrado. Ese es nuestro regalo en estos 500 años de historia.”
— Carlos Pinedo Cuello, Alcalde de Santa Marta
Conclusión: una Santa Marta más clara, más justa, más nuestra
Santa Marta ha vivido por años en medio de sombras administrativas y calles mal iluminadas. Hoy, bajo el liderazgo del alcalde Carlos Pinedo Cuello, empieza a ver la luz. La lucha contra la corrupción en los servicios públicos no solo avanza, sino que se convierte en una oportunidad para mejorar la calidad de vida de miles de familias.
La luz vuelve a Santa Marta. Pero esta vez, para quedars